Tastil, la ciudad misteriosa había sido abandonado de repente por sus antiguos habitantes, no había huellas de mortandad masiva, ni señales de destrucción por guerra.
Eric Boman fue el primero en reportar la existencia de las Ruinas de Tastil en 1903.
Porqué se fueron?
El apogeo del pueblo de Tastil se puso en crisis hacia mediados del siglo XV. Hasta ese momento, habían logrado convertirse en un importante centro de intercambio y distribución de productos, especialmente para las pequeñas poblaciones aledañas. También era nodal para el incipiente sistema de caminos de la zona.
Para aquella época, el Imperio Inca comenzó a extender su territorio ocupado y, movilizándose hacia el sur, empezaron a “incorporar” distintos pueblos aborígenes (como el caso de los diaguitas en los Valles Calchaquíes y en la Quebrada de Humahuaca).
Los atacameños en Tastil no fueron la excepción y la invasión incaica significó la caída de esta ciudad debido a que sus pobladores y sus cultivos fueron destinados a alimentar el enorme mercado del Tawantinsuyu, además de que el sistema de caminos fue desviado con el fin de no volver a pasar por allí.
Las Ruinas Arqueológicas de Tastil
El yacimiento arqueológico se encuentra ubicado en el área de alta montaña extensa al noroeste de Salta, en el departamento de Los Andes situada arriba de los 3200 mts.
El yacimiento arqueológico está ubicado en un lugar estratégico, dominando toda la vista del valle y en un relieve rocoso de no tan fácil acceso, lo que fue inteligentemente pensado para protegerse de los ataques de las otras tribus incas.
Ocupa una superficie de 12 hectáreas y contiene 1114 recintos agrupados en 330 unidades habitacionales y 110 tumbas circulares dentro de las viviendas.
Cómo eran las viviendas?
Esencialmente existen en Tastil dos tipos de viviendas, la unidad simple que está formada por un único recinto, sin relación funcional con otro y la unidad de vivienda compleja que está constituida por más de un recinto. En ambos casos la construcción es similar. Las paredes se asientan sobre cimientos pocos profundos: las piedras en este primer tramo, son de gran tamaño, disminuyendo el mismo a medida que llegan a la parte más alta. Todas las piedras fueron elegidas pero no canteadas. La mayoría de las viviendas complejas tienen una sola puerta que da a un callejón secundario.
No hay murallas de defensa y los que se interpretan como tal, son pequeños muros de contención que se hallan a lo largo de bajadas de agua a lo largo del cerro.
Fuera del área de la población se hallan grandes recintos cuadrangulares de considerable altura que seguramente eran corrales para las recuas de llamas.
Limitadas por los muros de las viviendas donde desembocan las calles principales, se encuentran lo que denominamos plazas, que son amplios espacios abiertos destinados seguramente a mercados o fines ceremoniales.
Qué actividades realizaban sus pobladores?
La artesanía distintiva era la textilería, desarrollada con telares horizontales, tanto por la calidad y la variedad de las prendas se ha insistido en la existencia de gran cantidad de habitantes trabajando en esa actividad.
Al no utilizar la metalurgia desarrollaron el uso de huesos para la confección de elementos de uso cotidiano, restos de los cuales se observan esparcidos en la ciudadela. Arcos y astiles de madera decorados con pinturas y engarzados con puntas de obsidiana de forma triangular, son algunos elementos recuperados por los arqueólogos.
En lo que respecta a la alfarería, se recuperaron pucos o vasijas pequeñas para comer y otras globulares para almacenar agua y alimentos.
Las decoraban con colores negros sobre rojos y marrones sobre naranjas., un rasgo distintivo de las culturas del noroeste Argentino.
Biblioteca de Piedras
Junto a los cerros que rodean Tastil, la ciudad misteriosa, se abre un campo de miles de piedras ilustradas. Las ilustraciones, llamadas técnicamente petroglifos, representan figuras abstractas, antropo y zoomorfas, grabadas por picado.
Qué dicen los dibujos?
Según los estudios de los petroglífos los pobladores de Tastil no eran una sociedad guerrera ni de cazadores. No hay dibujos sanguinarios como en otras culturas.
En las piedras se muestra una vida tranquila, dedicada a la cría de llamas, las artes, el conocimiento, las ofrendas. Hay mucha ritualística, máscaras, músicos. Lo que es muy interesante es la cantidad de figuras femeninas, la mayoría danzando. Como la típica figura La Bailarina de Tastil
A fines de los años 60 un equipo de arqueólogos de la Universidad Nacional de la Plata, reconstruyó lo que quedaba de la ciudadela inca de Tastil.
Actualmente se puede visitar la ciudadela y recorrer sus ruinas al igual que el museo que se encuentra al pie de esta montaña.
Piedras que suenan
Dentro de todo este increíble hallazgo arqueológico se encontraron también las piedras que suenan, no solamente al golpearlas sino también al rozarlas. Al pasarles la mano y acariciarlas, las piedras suenan. Hay piedras con todas las tonalidades.
El nombre Tastil justamente quiere decir piedra que suena.
Fuente: saltaweb.com.ar