La localidad, ubicada al sur de la provincia, desarrolla el turismo rural, pero ahora plantea una estrategia de obras de relevancia para eventos como shows y encuentros deportivos.
A más de 230 kilómetros hacia el sur de la capital salteña, en el límite con Tucumán, se encuentra ubicado el exótico y apacible pueblo de La Candelaria, capital del departamento del mismo nombre.
Para llegar se debe transitar por la ruta nacional 9, y a la altura del kilómetro 1.883 se ingresa trece kilómetros por la ruta provincial 35. Si bien el camino es de ripio en ese sector, las obras de pavimentación, que ya se iniciaron, plantean el acceso rápido y seguro a un circuito turístico de alto potencial.
La localidad se destaca por la actividad agrícola ganadera y desde hace años, a través de trabajos de infraestructura impulsados por el jefe comunal, Julio Romano, se apuesta al turismo rural.
Ahora, con el mismo objetivo, se planifica abordar una nueva estrategia a través de la infraestructura deportiva para hacer de La Candelaria un punto de referencia entre Salta y Tucumán para la organización de eventos específicos.
La Candelaria cuenta con alrededor de dos mil trescientos habitantes y se caracteriza por su ubicación en medio de la naturaleza. Con una gran variedad de aves y las montañas que rodean el pueblo, el paisaje resulta una postal inigualable.
El Tribuno realizó un recorrido exclusivo por las principales obras e instalaciones del lugar y además visitó una escuela primaria albergue, montaña arriba, en el paraje rural El Pantanillo.
Para promover y apostar fuertemente al turismo deportivo está finalizando la construcción de un impresionante complejo que incluye modernas instalaciones en una superficie cubierta de 2.100 metros cuadrados.
Estas instalaciones cuentan con calefacción, aire acondicionado, dos vestuarios; uno para visitantes y otro para equipos locales. Se incluyen en las obras, dormitorios con baño privado. También se puede mencionar un salón de usos múltiples y una cancha profesional y multifunción en su interior. Hay más de cien sanitarios para el público en general.
En el exterior se destaca una excelente cancha de fútbol profesional, nivelada y con un sistema de riego por aspersión. La iluminación estuvo a cargo de ingenieros expertos en la materia.
“Esta nueva cancha tiene las medidas reglamentarias de una cancha profesional. La base del campo de juego tiene 25 centímetros de profundidad y su función es drenar el agua para que en caso de lluvia se pueda seguir jugando”, explicó el intendente Julio Romano durante el recorrido.
Recordó que “en algún momento, durante un partido de fútbol importante, cayeron más de 80 milímetros y minutos después se pudo seguir jugando, ya que este sistema, de arena y tierra, absorbe todo el exceso de agua”.
Detalló además que el nuevo campo de juego “tiene nivelación satelital y posee un sistema de riego que funciona por aspersión”. El agua que se utiliza no es potable, sino que es agua de lluvia y es almacenada en una cisterna de 90 mil litros. En caso de ser necesario se aplica fertilizante en el agua y mientras se va regando el pasto se van fertilizando. El sistema se puede programar para hacer los riegos en diversos sectores durante determinados minutos y, en caso de lluvia, tiene un sensor y el riego se corta automáticamente.
En cuanto a la iluminación, indicó que “posee iluminación led profesional para televisación. Se firmó un convenio con Asuntos Municipales de la Provincia para la instalación de luces led, que además de brindar una muy buena iluminación funcionan con muy bajo consumo”.
Al ser un complejo de grandes dimensiones, también está previsto que sea usado para cualquier evento multitudinario.
“Como es un complejo tan amplio, se podrá organizar cualquier tipo de evento bajo techo y al contar con un grupo electrógeno se evita suspenderlo por lluvias o mal tiempo”, ejemplificó el intendente sureño.
Como respaldo en lo que hace a la llegada de visitantes y para mejorar la atención de los pobladores, el centro de salud “Dr. Arturo Oñativia” fue reformado a nuevo y las instalaciones brindan prácticamente las prestaciones de un hospital.
El lugar consta de una recepción, cinco consultorios médicos, equipos de alta tecnología, como ecógrafos, farmacia, laboratorio, dos enfermerías, sala de APS, cuarto de lavado, un sector de esterilización, cocina y comedor para los trabajadores y para los pacientes; grupo electrógeno; habitaciones de internación con placard, aire acondicionado, calefacción, televisores plasma y baño privado.
“Figura como centro de salud porque no tiene el área operativa conformada, pero la instalación es la de un hospital”, expresó Romano.
En materia de hotelería, actualmente en La Candelaria se construyen cabañas, un hotel de cuatro estrellas y una hostería de lujo con una piscina y habitaciones que ofrecen vistas a los cerros.
Cada uno de los parajes rurales posee electrificación e iluminación solar, lo que incrementa el potencial turístico en la zona.
Cada 2 de febrero el pueblo honra a su santa patrona, Nuestra Señora de La Candelaria. Durante las primeras horas de la mañana se llevan a cabo las actividades religiosas, entre ellas la tradicional procesión y, posteriormente, el desfile cívico militar. Por la tarde da inicio el popular festival folclórico gratuito, cuyo escenario reúne a grandes artistas de envergadura nacional y del sur de Salta.
Turistas de diversas provincias también aprovechan ese día para disfrutar del río y del camping municipal con espectáculos de bandas musicales toda la jornada. “En nuestras fiestas patronales nos visitan entre veinticinco a treinta mil personas. Llegan turistas de todas partes, mayormente de Tucumán y de Rosario de la Frontera, vienen casi diez mil personas”, señaló el jefe comunal.
“El festival, que es gratuito, es de danzas, doma y folclore. Comienza a las tres de la tarde y finaliza a las seis o siete de la mañana, o sea que son casi quince horas llenas de actividades”, dijo Romano, quien adelantó que se preparan los festejos por los 150 años del pueblo.
En su recorrido final, El Tribuno estuvo en la escuela primaria albergue Nº 4.220 “El Pantanillo” y su directora, Violeta Núñez, relató cómo transcurren los días en ese entorno rural.
Un total de veinte alumnos están a cargo de la directora y tres maestras de grado, más ocho docentes itinerantes.
Los niños son trasladados por la trafic municipal hacia el establecimiento el domingo por la noche y el viernes, luego del almuerzo, retornan a sus hogares.
“Actualmente asisten veinte alumnos, dieciocho del nivel primario y dos, del nivel inicial. La mayoría de los niños vienen de La Candelaria y de diferentes parajes de la zona”, indicó Violeta.
Fuente: eltribuno.com