Dejar de ser un turista, pasar a ser un jujeño.
por Gabriela Alegría Perez
Así define Jujuy su estrategia inmersiva para vivir una experiencia diferente con las comunidades indígenas y campesinas. Aprender del campo y sus secretos con los lugareños. A trabajar se ha dicho.
Alojarse en viviendas de lugareños, participar de su tareas cotidianas rurales, trabajar en la huerta, ordeñar, pastar cabras y llamas, sabores locales en medio de la naturaleza..
La impronta y la historia de cada anfitrión las hacen irrepetibles. Auténticas. Las personas, situaciones y lugares se muestran como son. Un turismo responsable del que ya forman parte 60 comunidades.
A tan solo pocos kilómetros de la capital jujeña podés encontrar la tranquilidad y el disfrute de la vida diaria del campo.
Lugares donde se conjugan armoniosamente la naturaleza, las actividades campestres, tradiciones, costumbres y la hospitalidad de las comunidades que permiten descubrir la autenticidad de sus tierras.
Uno de los tantos atractivos, Junto a la Familia Flores, luego de visitar las Salinas Grandes, podrán conocer a Flora, Clemente y su familia explorando su finca en el corazón de la puna jujeña. Cocinar, crear artesanías y conocer sus raices.
También podrán cocinar en el horno de leña, cosechar hortalizas para luego preparar su propio almuerzo, tejer en auténticos telares manuales y muchas experiencias fascinantes.
Te invitamos a conectarte con la Pachamama, te invitamos a conectarte con Jujuy!
Fuente: Elenviador.com