Cultivan, deshidratan, elaboran productos artesanales y comparten la experiencia al turismo. Lograron el Sello Cocinar.
Por: Liliana Alfaro
Una iniciativa turística y gastronómica de Maimará es el orgullo de Alberto Castagnolo y Solange Morales quienes acaban de aprobar y esperan recibir el Sello Cocinar que acredita excelencia gastronómica y lograr todo el proceso desde la producción del alimento hasta la mesa, ya que promueven el patrimonio gastronómico identitario. En Maimará, ofrecen experiencias de turismo rural y gastronómico, y enseñan prácticas ecológicas.
La iniciativa se fue conformando con varias aristas desde la producción de productos agroecológicos, sumaron la experiencia de turismo rural como servicio, añadieron valor agregado a verduras y aromáticas que producen al deshidratarlas, hacen dulces y panificados, y sumaron la formación a través de talleres.
En Intipacha, casa de productos regionales, brindan experiencias de turismo rural, sirven infusiones acompañadas con pan artesanal y dulces que elaboran en ollas de barro. El servicio puede incluir una experiencia gastronómica con Solange a través de un taller, ya que ella se formó como técnica en cocina regional y cultura alimentaria, en la tecnicatura homónima de Tumbaya.
También se puede optar por una experiencia de turismo rural con Castagnolo en la huerta, para aprender a deshidratar aromáticas y verduras que cultivan, o las que al aplicar la economía circular intercambian productos por otras variedades con sus vecinos, ya que se formaron en ello en la comuna de San Salvador de Jujuy. Castagnolo cuenta con dos diplomaturas en Políticas públicas y Gestión cultural.
Crearon Inti Pacha y Casa de productos artesanales con la misión de lograr un vínculo armónico y brindar un servicio distinto y de calidad, siguiendo un programa de responsabilidad social y empresarial basada en el respeto mutuo y la contribución social y ambiental.
Los objetivos los cumplieron. “Fuimos convocados por la Dirección de Turismo de Maimará que trabajó con la Secretaría de Turismo de la provincia y el Ministerio de Deportes y Turismo de la Nación para participar del Sello Cocinar. Es un sello que tiene que ver con la calidad en la gastronomía”, anunció Castagnolo y destacó que la aprobaron asumiendo que es un logro para su emprendimiento.
Lo lograron tras diferentes capacitaciones virtuales, el acompañamiento presencial de un técnico y la evaluación que aprobaron. Por ello ahora esperan la entrega de la placa del Sello Cocinar que los acredita por dos años para luego volver a evaluar, lo que les permitirá llegar a un público nacional porque el sello acredita la calidad del servicio de su emprendimiento.
La certificación contempla que tengan la totalidad del proceso gastronómico, desde el momento en el que se recolecta la materia prima, se elabora el producto y deviene en un plato típico de la región servido en la mesa. Busca favorecer la preservación del patrimonio gastronómico identitario, promover la producción de productos locales reconocidos a nivel nacional y destacar el rol esencial de los cocineros, productores, entre otros.
De hecho, todas las actividades las realizan con compromiso con el ambiente. “Creemos que el turismo es una valiosa fuente de recursos que ayuda al progreso de la comunidad, si se lo controla para que redunde en beneficio del que llega y de los que estamos”, aseguró Castagnolo. Por ello se comprometieron a llevar a cabo acciones conjuntas con personas, organizaciones e instituciones del pueblo y a nivel regional con los que suelen relacionarse, para promover el desarrollo sostenible. “Con Solange trabajamos cada día para que los comensales, visitantes, y los lugareños disfruten de la naturaleza y se sientan a gusto en este pintoresco pueblo de Maimará”, expresó.
A los que visitan les presentan 13 prácticas ambientales con el objetivo de lograr que los turistas lo puedan replicar en sus comunidades. Por ello dictan cursos sobre elaboración de bolsas ecológicas, de carbón ecológico, macetas biodegradables con yerba mate, también de ladrillos ecológicos, almohadones con bolsas de plástico y enseñan a hacer desinfectantes, desengrasantes y jabón líquido; elaborar té de banana y preparar abono orgánico, entre otros.
El emprendimiento nació en 2020 durante la pandemia buscando lograr un triple impacto, no sólo que sea rentable, sino desarrollar la parte social y ambiental, lo cual lograron con creces.
Fuente:El Tribuno Jujuy