Caminos Andinos
Jujuy

Castillo Tramontini

Esta hermosa residencia perteneció al señor Pablo Tramontini Biassini (13 de abril de 1878 – septiembre de 1950), quien con tan solo 19 años llegó desde Mussons, un pequeño pueblito italiano cerca de Venecia, hasta Jujuy allá por 1894. En un primer momento, se instaló en la zona de la Quiaca, donde trabajó en el almacén Pemberton de ramos generales de aquel lugar.

Luego, gracias a su carisma y muy buena suerte, conoció a un kolla sin descendencia, que decidió regalarle su primer pedimento de mina en Bolivia. Y ese fue el inicio de su labor minera. Tramontini fue un minero exitoso, de oro y plata en sus comienzos, y luego de un mineral llamado antimonio que se usaba para endurecer el hierro. Resulta que cuando las minas de oro y plata se secan, lo que queda es este mineral. Entonces, él que tenía ese dato, fue comprando mina muerta y de ahí que lo llamaban “el tano loco”, por comprar minas que no servían para nada.

Tenía varias desde Potosí hasta Tupiza, pero luego las perdió con la reforma agraria de Bolivia. Aun así, hizo mucho dinero exportando el antimonio a Inglaterra y lo transformó en la persona que terminó siendo.

Posteriormente, decidió radicarse en San Salvador de Jujuy junto a su esposa potosina con quien tuvo 3 hijas. Aquí, se destacó como empresario en la agricultura, ganadería, leche pasteurizada, explotación de bosques y aserraderos. Este señor trajo la primer planta pasteurizadora de leche y el primer moledor de granos de maíz a Jujuy, y tenía su propio molino que estaba estratégicamente situado bajando por el puente Pérez, justo por donde pasaba el ferrocarril. Por lo cual, cargaba los vagones e inmediatamente los exportaba para Bolivia. También se dedicó a negocios inmobiliarios y fue el principal propulsor en la creación de los barrios Villa San Martin, San Pedrito y Villa Lidia.

Construyó en la capital jujeña los primeros grupos de viviendas en el Barrio 4 de Junio, actualmente Almirante Brown. Y en el año 1928 fue designado presidente honorario de la Sociedad Italiana de Jujuy. Con respecto a su residencia, siempre fue el Castillo Tramontini y nunca tuvo otro dueño, ya que siempre fue vivienda de la familia hasta el día de hoy. Fue construido aproximadamente en 1920 junto a dos casas a la par de éste, considerando a sus 3 hijas (el Castillo quedaría para la mayor). Su estilo e impronta son típicos del norte de Italia, de los que tenían su guarnición, con su defensa arriba, de techos muy altos, y sótano donde funcionaba la cocina en esa época. Por dentro elegante, con muy lindos mosaicos y revestido en maderas muy finas en todo el gran comedor, ya que él tenía aserraderos. Sin dudas, este lugar representa la interculturalidad de nuestro pueblo, gracias a la inmigración de esa época y al desarrollo de nuestra historia.

¿Lo conocías?

Entrevista: Mito G. Tramontini

Fuente: https://www.facebook.com/sansalvadordejujuyturismo/posts/10224210237466218

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